El destino a veces nos juega a favor y otras en contra. En rumbos encontrados Ana lleva una vida normal. Dos décadas de casada, dos hijos que cumplieron ya la mayoría de edad y ansia cambiar su rutina. Ya no soporta seguir presa a su fidelidad. Toma el ejemplo de Eva, que se manejo con total libertad viajando por todo el mundo. Toma la decisión de irse a trabajar a otros lugares, que seguramente experimentara nuevas sensaciones. Y por supuesto le resulta positivo. Aprende a valorarse cada día mas, a conocerse e incluso vive un corto idilio que siempre le quedara gravado en su corazón. Tiene la oportunidad de conocer a gente maravillosa del cual guarda una anécdota grata de cada uno. Es realmente un viaje de sueños que fueron postergados y se siente muy feliz de haberlo logrado. Montse Baste, autor de esta bella historia.
Es difícil borrar las huellas que uno deja al andar…